de todas las cosas que dejaste en el pasillo
los días con alambre en las palabras
guardé más de diez mil fotografías
guardé cuanto color diste por muerto
y me lo unté en la piel como si fuera
aceite derramado del naufragio
muchos creyeron que seguías viva
durando entre las llamas extinguidas
y no entendieron nada del incendio
fue cuando les quité los vidrios rotos
después que se saciaron de cortarme
la piel en rebanadas previsibles
y entonces sentencié los burbujeos
de aquellos estertores tan injustos
y apenas arañé la línea estéril
como un rastro de musgo sobre el muro
para que se muriera la tristeza
que no me pesa hablar de la derrota
después de reciclar esa miseria
y no me duele más tu permanencia
que se fundió entre pájaros y mares
y ahora se confunde en mis palabras
de todas esas cosas amarillas
que declaraste inútiles enseres
yo me guardé hasta el último pedazo
porque me llevo bien con el otoño
los días con alambre en las palabras
guardé más de diez mil fotografías
guardé cuanto color diste por muerto
y me lo unté en la piel como si fuera
aceite derramado del naufragio
muchos creyeron que seguías viva
durando entre las llamas extinguidas
y no entendieron nada del incendio
fue cuando les quité los vidrios rotos
después que se saciaron de cortarme
la piel en rebanadas previsibles
y entonces sentencié los burbujeos
de aquellos estertores tan injustos
y apenas arañé la línea estéril
como un rastro de musgo sobre el muro
para que se muriera la tristeza
que no me pesa hablar de la derrota
después de reciclar esa miseria
y no me duele más tu permanencia
que se fundió entre pájaros y mares
y ahora se confunde en mis palabras
de todas esas cosas amarillas
que declaraste inútiles enseres
yo me guardé hasta el último pedazo
porque me llevo bien con el otoño