viernes, 30 de noviembre de 2012

Que Conste

el viento es una excusa

el agua
de la lluvia

y el sol picapedrero

un verso
que al revés
chamuya entreverado

lo cierto es el desgaste
los ojos
propietarios
de un viejo mar de nieblas
y el parche de la zurda
que ya no es como antes

cuando torcía el cuadro
tronaba
en los rincones
y entonces reanimaba
el péndulo y la cuerda
de aquel reloj decrépito

cuando jesús temía
caer de metro y medio
y que se hiciera añicos
el magro crucifijo

cuando eran letras rojas
diciendo una promesa
en la pared
que ahora
se va descascarando

lo cierto es el latido
que hace lo que puede
en medio de las llamas

lo cierto ni me duele
cuando me sale el dribling
y apruebo
mi rescate
en ancas del olvido

y conste que no digo
ni mierda
ni una miga
del pan de mi silencio

y conste que ni hablo
del ruido de los templos

y conste que ando solo
y ya no tengo miedo