lunes, 7 de enero de 2013

¡Ché, Pibe!

esperando el asalto
sin un remordimiento
el hálito sulfúrico del animal del odio
que escarba desde adentro carne afuera
con esa pertinencia feroz de carnicero


esperando la peste
drenando de la herida de algún muerto


esperando las huestes
de toda esta violencia contenida
por un dique tan frágil como estéril

sin un remordimiento

hablé cuando hizo falta
conté de las barajas que venían
grité que barajaban los verdugos
y no compré la entrada para el circo

ahora qué carajo balbuceás


qué mierda te acobarda

ché pibe
ahora
como que se hizo tarde
y no te entiendo

sin un remordimiento
veré desde mi sitio la masacre
veré rodar tu estúpida cabeza
veré el reinado del canibalismo