controla la ecuación
mide los riesgos
encerrado en la cueva que gobiernas
contempla el abanico de posibles
eventos
que ocurrirán o no
para obtener la precisión que necesitas
afuera sopla el viento
la lluvia innumerable
parece desgarrar con surcos negros
la espalda de la noche
y un pájaro se esconde en la maleza
sonrío
me deleita
el descontrol de un día imprevisible
a eso de las tres de la mañana
por ejemplo
cuando un ladrido lejos hiere al mundo
y en cierta forma roto
librado al toque gris de lo fortuito
avanza sombra a sombra el peregrino
sobre un campo minado
sonrío
por la estructura frágil y el invento
de quien sabe las reglas de antemano
por el pasillo estrecho
en donde es imposible que pase el elefante
y el cargamento absurdo
y el peso incongruente de las alas
y la altivez ridícula
esa carga de más que pinta sueños
vestidos con colores que se mueren
mide los riesgos
encerrado en la cueva que gobiernas
contempla el abanico de posibles
eventos
que ocurrirán o no
para obtener la precisión que necesitas
afuera sopla el viento
la lluvia innumerable
parece desgarrar con surcos negros
la espalda de la noche
y un pájaro se esconde en la maleza
sonrío
me deleita
el descontrol de un día imprevisible
a eso de las tres de la mañana
por ejemplo
cuando un ladrido lejos hiere al mundo
y en cierta forma roto
librado al toque gris de lo fortuito
avanza sombra a sombra el peregrino
sobre un campo minado
sonrío
por la estructura frágil y el invento
de quien sabe las reglas de antemano
por el pasillo estrecho
en donde es imposible que pase el elefante
y el cargamento absurdo
y el peso incongruente de las alas
y la altivez ridícula
esa carga de más que pinta sueños
vestidos con colores que se mueren