ciertamente me aburre
cuando un desprendimiento se me cae de la ropa
nunca fue mi intención
solo un acto inconsciente
como un hecho fortuito
sin propósito alguno
porque está más que claro lo que harán con mis actos
sea la forma que sea que se dé la maniobra
y es que el barco no avanza sobre esa grasa inmunda
ni sobre la vergüenza que les cuenta el espejo
cuando ven sus semblantes
boquiabiertos
babeando
sin la más puta idea del momento que pisan
sus barrigas disfrutan de asfixiarse de ocasos
su dialéctica alcanza lo que algún balbuceo
por lo tanto es mi culpa no prestar atención
cometer el descuido
darles el beneficio
aunque sea un instante
de saber que respiran
yo no quiero
no intento
despertar a estos seres
y disfruto del miedo que provoco al hablarles
los prefiero podridos en su sitio vacío
los prefiero en silencio respirando su peste
los prefiero ignorantes
sin canciones
sin libros
sin tirar su basura sobre nuestros jardines
escuchando ese ruido de payasos sin alma
y que nunca descubran que están muertos en vida