y si acerco la vista
si la acerco
hasta el borde
no se ve tanto agujero
se han cubierto con algo
que enseñé a que comiera
que eduqué en el ensanche
cicatrices sin alma que no tienen sentido
los colgajos del llanto impidiendo más llanto
otro hueco tapado
otra entrada que entrampa los colmillos del perro
en los ojos vidriosos de un muñeco perenne
que se esmera sin suerte porque el barco navegue
por seguir divisando otra falsa ventana
y dar números flacos a la suma atrofiada
esta misma mentira
ese pobre horizonte
al que arribo sonriente
aún hecho pedazos