miércoles, 28 de febrero de 2018
tampoco mentiría
y tengo unas cuantas cavidades
aún sin resolver
pero mi alma es fiel a su perfume
y nacen cosas claras
de allí
de su silencio
y ya no siento el tedio
de viejas discusiones
ni corro hacia el tesoro de los bobos
y para no aburrirme
me escapo del sermón y del discurso
y busco un punto exacto en los demás
en donde sea fácil el abrazo
ahora cuando todo es un perpetuo simulacro
ya no me da tristeza
ni miedo
mirar mi barco solo
en medio del oleaje
porque aún puedo entregar un vaso de agua fresca
y al dar ser la canción que estaba agonizando
en la boca incendiada del sediento
y tengo unas cuantas cavidades
aún sin resolver
pero mi alma es fiel a su perfume
y nacen cosas claras
de allí
de su silencio
y ya no siento el tedio
de viejas discusiones
ni corro hacia el tesoro de los bobos
y para no aburrirme
me escapo del sermón y del discurso
y busco un punto exacto en los demás
en donde sea fácil el abrazo
ahora cuando todo es un perpetuo simulacro
ya no me da tristeza
ni miedo
mirar mi barco solo
en medio del oleaje
porque aún puedo entregar un vaso de agua fresca
y al dar ser la canción que estaba agonizando
en la boca incendiada del sediento
puedo mirar ahora con los ojos de la lluvia
y alguna tempestad
que otrora parecía devastarme
se vuelve familiar
y el viento huracanado me da impulso
dialogo con el trueno
mastico cada rayo con fruición
bendigo el universo destructivo que trae sobre sus ancas
y pruebo un sentimiento en retirada
la cruz de sal en la mesada gris
y la mujer aquella
tanteando los inciertos exorcismos
con un batón igual al de mi madre
he corrompido todo para volverme azufre
que burbujea rápido
en los charcos de lodo
la lenta procesión no me conoce
ni sabe si respiro
les pago con su misma deferencia
puedo mirar sus ojos detrás de los puñales
de agua
copiosa
arracimada
y espero
si es que hay tiempo
que alguno de la piara
tenga coraje y me devuelva el cambio
antes que se los trague el matadero
y alguna tempestad
que otrora parecía devastarme
se vuelve familiar
y el viento huracanado me da impulso
dialogo con el trueno
mastico cada rayo con fruición
bendigo el universo destructivo que trae sobre sus ancas
y pruebo un sentimiento en retirada
la cruz de sal en la mesada gris
y la mujer aquella
tanteando los inciertos exorcismos
con un batón igual al de mi madre
he corrompido todo para volverme azufre
que burbujea rápido
en los charcos de lodo
la lenta procesión no me conoce
ni sabe si respiro
les pago con su misma deferencia
puedo mirar sus ojos detrás de los puñales
de agua
copiosa
arracimada
y espero
si es que hay tiempo
que alguno de la piara
tenga coraje y me devuelva el cambio
antes que se los trague el matadero
domingo, 18 de febrero de 2018
mi excusa es la intuición de los ansiosos
con un ritmo esquimal
durando en noches árticas
mi excusa no me cree el ritmo lento
las pausas
el hecho de viajar a contramano
o el vértigo inocuo del coleóptero
parecería ser que no distingo
del tiempo
el mar abierto en dos de la escritura
tampoco los milagros
de un viejo recipiente
que a llantolimpio urdieron los arcanos
aguarda
cuando me rindo cuentas
si me cuento
me muestra el dedo medio cada cero
y creo que se aplica a los restantes
por eso
cuando la noche es larga me condeno
y condeno a cada pájaro que existe
mi excusa son mis dos manos vacías
el barro que me trepa por adentro
las lunas que se burlan de mi ausencia
la excusa que prescinde de mi excusa
con un ritmo esquimal
durando en noches árticas
mi excusa no me cree el ritmo lento
las pausas
el hecho de viajar a contramano
o el vértigo inocuo del coleóptero
parecería ser que no distingo
del tiempo
el mar abierto en dos de la escritura
tampoco los milagros
de un viejo recipiente
que a llantolimpio urdieron los arcanos
aguarda
cuando me rindo cuentas
si me cuento
me muestra el dedo medio cada cero
y creo que se aplica a los restantes
por eso
cuando la noche es larga me condeno
y condeno a cada pájaro que existe
mi excusa son mis dos manos vacías
el barro que me trepa por adentro
las lunas que se burlan de mi ausencia
la excusa que prescinde de mi excusa
viernes, 16 de febrero de 2018
Nuevo Mester De Juglaría - IX
ERNESTO DIAZ
"Me Solta Montevideo"
Son dos tipos caminando,
van por una carretera,
con un envase en la mano,
treinta"pé" en la billetera.
Es que uno llegó temprano
con tremenda pudridera
y su amigo, que es su hermano,
sin querer, lo presintiera.
Como cuando en el Chiflero
aquel humo que desvela
los hizo ser su cualfuera,
aunque nadie les creyera.
Entonces se dieron cuenta
que el amor de una cerveza,
como verdad absoluta
que otra vez los redimiera.
Pero su sapiencia dice:
"No puede ser cualquier una"
y salteando el autoservis
arrancaron pa'l Yuruna.
Ey, me solta Montevideo...
Si aquí no hay cuerpo que aguante.
Me solta Montevideo...
Me vo-m'imbora y yastá.
Y viene el Fele con el Julio por la carretera.
Y van rumbeando por la 5 como si no fueran.
Y van pasando por Durazno y no se dieron cuenta.
Y van llegado al Río Negro y les dio una cansera.
El Fele agarra y se remoja y dice: "Damo vuelta."
El Julio dice: "Cuál es, cara? No seas bagacera."
El Fele: "Páh, cara, no cara, no digas cualquiera.
Es un bolazo ir caminando por la carretera."
Y van peleando y este envase a ver quien se lo lleva.
Y van puteando y, tras puteada, ya 'tan en Tranqueras.
Y cuando ven que hay una recta, ven que es brasilera.
El Fele dice: "Páh, qué fuerte! Que ya 'tamo cerca!"
Y cuando sale disparado casi que lo deja.
El Julio dice: "Cuál es, cara? Pera ahí m'ispera."
Y van llegando a Quaraí y dice una quiosquera:
"Toma una Káyser, castiano, deixa de bobera."
Y va llegando la PM y ya pintó suyera.
Y van cruzando la calzada y en la balacera.
Y en el medio de aquel relajo pierden la botella.
Y un arenero que pasaba les tira una cuerda.
Y el Fele dice: "Me cansé por esa brasilera,
vamo a pedir una carona en frente a la primera."
Y un COTÚA que pasaba les abre la puerta
y antes que el guarda les cobre, en Bernabé Rivera,
cuando los sacan a boleo es que el Julio piensa:
"Quedan cuatro o cinco cuadra, hay que tener paciencia."
Y viene el Celio amanecido, y viene con el Melga,
y en la moto, si se aprietan, no va a haber problema.
Y pareciendo un imposible llegan al Yuruna
aunque a esa hora está cerrado porque abre a la una.
van por una carretera,
con un envase en la mano,
treinta"pé" en la billetera.
Es que uno llegó temprano
con tremenda pudridera
y su amigo, que es su hermano,
sin querer, lo presintiera.
Como cuando en el Chiflero
aquel humo que desvela
los hizo ser su cualfuera,
aunque nadie les creyera.
Entonces se dieron cuenta
que el amor de una cerveza,
como verdad absoluta
que otra vez los redimiera.
Pero su sapiencia dice:
"No puede ser cualquier una"
y salteando el autoservis
arrancaron pa'l Yuruna.
Ey, me solta Montevideo...
Si aquí no hay cuerpo que aguante.
Me solta Montevideo...
Me vo-m'imbora y yastá.
Y viene el Fele con el Julio por la carretera.
Y van rumbeando por la 5 como si no fueran.
Y van pasando por Durazno y no se dieron cuenta.
Y van llegado al Río Negro y les dio una cansera.
El Fele agarra y se remoja y dice: "Damo vuelta."
El Julio dice: "Cuál es, cara? No seas bagacera."
El Fele: "Páh, cara, no cara, no digas cualquiera.
Es un bolazo ir caminando por la carretera."
Y van peleando y este envase a ver quien se lo lleva.
Y van puteando y, tras puteada, ya 'tan en Tranqueras.
Y cuando ven que hay una recta, ven que es brasilera.
El Fele dice: "Páh, qué fuerte! Que ya 'tamo cerca!"
Y cuando sale disparado casi que lo deja.
El Julio dice: "Cuál es, cara? Pera ahí m'ispera."
Y van llegando a Quaraí y dice una quiosquera:
"Toma una Káyser, castiano, deixa de bobera."
Y va llegando la PM y ya pintó suyera.
Y van cruzando la calzada y en la balacera.
Y en el medio de aquel relajo pierden la botella.
Y un arenero que pasaba les tira una cuerda.
Y el Fele dice: "Me cansé por esa brasilera,
vamo a pedir una carona en frente a la primera."
Y un COTÚA que pasaba les abre la puerta
y antes que el guarda les cobre, en Bernabé Rivera,
cuando los sacan a boleo es que el Julio piensa:
"Quedan cuatro o cinco cuadra, hay que tener paciencia."
Y viene el Celio amanecido, y viene con el Melga,
y en la moto, si se aprietan, no va a haber problema.
Y pareciendo un imposible llegan al Yuruna
aunque a esa hora está cerrado porque abre a la una.
no era mi intención
dije
e imaginé que el viento
pedía el perdón de las espigas
y te supuse abriendo los cajones
por ver si aparecía
la voz en tu memoria
buceando en un sonido similar
para emular un eco aproximado
pero un cansancio herido por las horas
te complicó el asunto
y el triste trapecista levitaba
se negaba a caer desde las nubes
la red no aseguraba garantías
así que ante la alerta del gendarme
ni bien aterrizó
optaste por plantarle una peluca
qué puedo hacer ahora
después de la maniobra indefendible
decir que he sido más que inoportuno
decir que pese a todo tuve suerte
y que escuchar tu voz fue como magia
un poco antes de esta medianoche
dije
e imaginé que el viento
pedía el perdón de las espigas
y te supuse abriendo los cajones
por ver si aparecía
la voz en tu memoria
buceando en un sonido similar
para emular un eco aproximado
pero un cansancio herido por las horas
te complicó el asunto
y el triste trapecista levitaba
se negaba a caer desde las nubes
la red no aseguraba garantías
así que ante la alerta del gendarme
ni bien aterrizó
optaste por plantarle una peluca
qué puedo hacer ahora
después de la maniobra indefendible
decir que he sido más que inoportuno
decir que pese a todo tuve suerte
y que escuchar tu voz fue como magia
un poco antes de esta medianoche
y un poquito después de mi sonrisa
miércoles, 14 de febrero de 2018
tengo un color de nadie
y una palabra triste
y un alma resistiendo en la intemperie
a veces creo hallar las escaleras
hasta que los peldaños se hacen humo
y no caigo
me quedo fluctuando en un rincón
sin mi reflejo
impedido de entender qué diablos hago
con lo poco de bueno
que pude rescatar de los escombros
tengo una dulce plegaria
que nadie escuchará
y una alegría mansa que no he de compartir
tengo mucho silencio para esperar por alguien
que nunca va a venir
a darme ese abrazo que merezco
y una palabra triste
y un alma resistiendo en la intemperie
a veces creo hallar las escaleras
hasta que los peldaños se hacen humo
y no caigo
me quedo fluctuando en un rincón
sin mi reflejo
impedido de entender qué diablos hago
con lo poco de bueno
que pude rescatar de los escombros
tengo una dulce plegaria
que nadie escuchará
y una alegría mansa que no he de compartir
tengo mucho silencio para esperar por alguien
que nunca va a venir
a darme ese abrazo que merezco
lunes, 12 de febrero de 2018
cuando me miras siento que el plan se me hace trizas
que no me están naciendo los perfumes
hundido como estoy
en la pelea
de comprender que debo despojarme
de comprender que al término del cuento
no soy dueño de nada
excepto de putear
excepto de escupir
las cosas que me meten por el culo desde niño
un largo recorrido hacia lo fácil
porfiando en inventar alguna puerta
un anagrama obvio
que al regresar no tiene coincidencia
un laberinto idiota
que cambia las paredes día a día
cuando me miras siento que estoy haciendo trampa
y sigo en esta gris reconstrucción
que habrá de terminar cuando termine
y lo que duele es más
que todos mis posibles enunciados
y lo que duele
me duele de verdad
y tan adentro
que ni siquiera ayuda romper en alaridos
porque olvidé la voz en algún túnel del calvario
o el llanto que empecé
me estuvo haciendo mierda la garganta
cuando me miras sé que vas a comprenderlo
algún día después
del día en que te enteres que estoy fuera
mirándote sin verte la silueta
en los charcos de grasa
de tiempo derretido
que no me están naciendo los perfumes
hundido como estoy
en la pelea
de comprender que debo despojarme
de comprender que al término del cuento
no soy dueño de nada
excepto de putear
excepto de escupir
las cosas que me meten por el culo desde niño
un largo recorrido hacia lo fácil
porfiando en inventar alguna puerta
un anagrama obvio
que al regresar no tiene coincidencia
un laberinto idiota
que cambia las paredes día a día
cuando me miras siento que estoy haciendo trampa
y sigo en esta gris reconstrucción
que habrá de terminar cuando termine
y lo que duele es más
que todos mis posibles enunciados
y lo que duele
me duele de verdad
y tan adentro
que ni siquiera ayuda romper en alaridos
porque olvidé la voz en algún túnel del calvario
o el llanto que empecé
me estuvo haciendo mierda la garganta
cuando me miras sé que vas a comprenderlo
algún día después
del día en que te enteres que estoy fuera
mirándote sin verte la silueta
en los charcos de grasa
de tiempo derretido
Suscribirse a:
Entradas (Atom)