viernes, 16 de febrero de 2018

no era mi intención
dije
e imaginé que el viento

pedía el perdón de las espigas

y te supuse abriendo los cajones
por ver si aparecía

la voz en tu memoria
buceando en un sonido similar
para emular un eco aproximado

pero un cansancio herido por las horas
te complicó el asunto

y el triste trapecista levitaba
se negaba a caer desde las nubes

la red no aseguraba garantías

así que ante la alerta del gendarme

ni bien aterrizó
optaste por plantarle una peluca

qué puedo hacer ahora 

después de la maniobra indefendible
decir que he sido más que inoportuno
decir que pese a todo tuve suerte

y que escuchar tu voz fue como magia
un poco antes de esta medianoche
y un poquito después de mi sonrisa