jueves, 26 de abril de 2018

a ras de suelo
igual que cada uno
pero con los recuerdos indexados
con la memoria llena de ventanas
para mirar mejor
la cinta de transporte innumerable

en los días más claros
intuyo el propio aullido
y puedo emparentarme con los perros

si es cierta la leyenda
si juego a que la creo
el estremecimiento
propone su voltaje en mi espinazo
y voy a confundir miedo y tristeza
en un solo racimo
y voy a ver la luz que me lo advierte
cuando salpica el filo de la hoz
o va ganando espacio en la guadaña

una desaprensión sobre la espalda
de quienes son idénticos viajeros

la cinta es más veloz a cada instante
y la secuencia implica que destiñan
los rostros
las costumbres
las manos de los niños condenados

hasta fundirse todo en una mancha
y siento que alguien raya los cuadernos
con la diversidad de cien colores
y siento que la hoja se desgasta

no sé muy bien por qué estoy escribiendo
no entiendo este propósito de náufrago

a quién quiero advertir
y de qué diablos

qué busco procurando algunos trapos
para inventar paupérrimas banderas

si nadie va a morir
o sí
o aún peor
ver cómo se derrite tanta alma
y no poder decir una palabra

supongo que no hay mucha diferencia

sentirme emparentado con los perros

excepto por tener plena conciencia
que a nadie le interesan los aullidos 

aunque sean presagio de la muerte