jueves, 8 de noviembre de 2018

porque en definitiva
esto es de lo que hablaba

pero no existe el ánimo
ni fuegos que encender
se pierde el pedernal frente al desgaste
el tiempo le amortigua cada chispa

y ese martillo ahí
invento impersonal

golpeando
golpeando
justo por donde pasan

golpeando
y vuelven a pasar

ese martillo atroz
que rompe en automática insistencia

y luego de romperlos ya no son

aquellos
los de ayer

estos muñecos

rociaron con napalm la vieja casa
en donde fui feliz

y nunca más pude encontrar una crisálida
ni el techo vegetal de los parrales
velando en amatista los veranos
ni el ceibo ardiendo rojo en sus espadas
ni el mimbre con el arma preferida
de aquel gallego viejo            que supo ser mi abuelo

ahora es un estúpido espiral
tapiado en los extremos

jardín de flor carnívora
y aguas estancadas
de espinas y hormigueros
pintado con colores mentirosos

girando como espectros
van
mirando un celular
los seres que yo amaba

alguna vez creí que el sueño era posible
y ahora pago el precio que paga el inocente

esto es de lo que hablaba

acaso nunca pueda contarte mi tristeza
y no quiero que pienses que la escondo

el ritmo de tu aliento
transcurre paralelo a mis latidos

así eres de importante

se trata de que solo me salva tu sonrisa