viernes, 26 de noviembre de 2010

Muebles Viejos

de todas las cosas que dejaste en el pasillo
los días con alambre en las palabras
guardé más de diez mil fotografías
guardé cuanto color diste por muerto
y me lo unté en la piel como si fuera
aceite derramado del naufragio

muchos creyeron que seguías viva
durando entre las llamas extinguidas
y no entendieron nada del incendio

fue cuando les quité los vidrios rotos
después que se saciaron de cortarme
la piel en rebanadas previsibles

y entonces sentencié los burbujeos
de aquellos estertores tan injustos
y apenas arañé la línea estéril
como un rastro de musgo sobre el muro
para que se muriera la tristeza

que no me pesa hablar de la derrota
después de reciclar esa miseria

y no me duele más tu permanencia
que se fundió entre pájaros y mares
y ahora se confunde en mis palabras

de todas esas cosas amarillas
que declaraste inútiles enseres
yo me guardé hasta el último pedazo
porque me llevo bien con el otoño

viernes, 5 de noviembre de 2010

Nuevo Mester De Juglaría - II

LUIS EDUARDO AUTE
"Acaso" 

 Acaso una mirada me bastara,
mirarte y encontrar una palabra:
nada.

Tu nada con la mía, entre las cosas,
decirse los silencios infinitos,
juntar las bocas, abrir los grifos,
que inunde nuestro humo las alcobas.

Que el tiempo no dependa de las horas,
que solo nos apuren los latidos,
quemar las ropas, sudar tomillo,
desnudos comulgar con la escayola.

Perderse en una fiebre sin memoria,
que nadie nos rescate del instinto.
Romper parodias, hacerse añicos:
residuos de una absurda ceremonia.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Apasionadamente

hablo de no mirar las torres erigidas
merced a tantas cosas que no necesitabas
no estoy diciendo nada
de este circo ambulante
que a diario nos refregan en la cara
y creo
que a esta altura
sabrás que nuestro diálogo se extingue

no obstante es imperioso que tus ojos
me dicten las canciones que te escribo
tal vez porque me quedo sin memoria
tal vez porque me olvido de los ritmos
tal vez porque me asedian los cansancios
y no quiero sentarme a ver el agua

no mediré otra cosa que a ti mismo
cuando me sangre un verso en la mejilla
porque eres de este bando empecinado
que muerde las injurias de la noche

y sabes que son breves referencias

es tu deber
y el mío
pocas cosas
inútiles reductos miserables
muy lejos de este páramo esplendente

acaso hasta prescinda de los gritos
que alertarán del sol de la alimaña
mas tu pasión será la madriguera
donde seguir sangrando
la cantidad de versos que nos faltan