viernes, 29 de abril de 2011

Uno-Dos-Tres... Probando

aquí
desde este sitio
que no reconocí por la mañana
debajo de cubierta del barco zozobrado
conecto el artefacto
y subo el periscopio
aquí
después de tanto
trepado en el impulso
asumo el arañazo
de los que van conmigo
y siento sus abrazos
salvándome del odio
aquí
tabaco y mate
y música debajo de las uñas
recito la bandera
destilo las palabras
escupo que estoy vivo
para que alguno sepa que sigo resistiendo
que no me convencieron
que sigo tan perdido como entonces
y no me deslumbraron
con la bisutería
de ancianas decadentes
y no me atemorizan sus presagios
ni su jauría a sueldo
ni todos sus mentores predilectos
con la corbata gris y el culo roto
para que mis amigos
sonrían en el fondo
y digan entre dientes
mirá este hijo de puta
el negro
se la banca
aquí
radio-pirata
llamando a la gavilla de los inadaptados
llamando a los que tienen la piel llena de afecto
sus manos generosas
sus ojos transparentes
sus almas sin dobleces
para que no me olviden y sepan que hay un modo
de continuar unidos
aún en la distancia
aquí
desde la noche
enciendo este farol con luz de ustedes
y brindo por los días venideros
cuando ya no hagan falta las trincheras

domingo, 3 de abril de 2011

Nuevo Mester de Juglaría - III

LOS KAFKARUDOS
-Bordoni, Ferradás, Dino, Tabaré Rivero-
"La Metamorfosis Del Kafkarudo"

No pudimos ser Elvis o Dylan
o Hendrix -un Englishman en New York-,
no pudimos ser Lennon-McCartney
ni Mick Jagger -gardeles del rock and roll-
Nos ortibó el karma de otario,
el tufo del barrio que se nos pegó.
Como buen cascarudo, cargamos
ser el bicho raro rezagado del pelotón.

Nos guardamos los blues más amargos
en el doble fondo del caparazón,
nos llevamos las últimas gotas,
las notas más cambas de ese bandoneón.
Nos robamos algún tema de moda,
el arroz de las bodas y un sueño color
de campera de blue-jean gastado,
deshilachado retazo de algo que murió.

No somos nada, salvo
los aguafiestas amargados de la cuadra.
No somos nada, salvo
los convidados de piedra en la farándula de la chotada.

Nos falló el flower-power, dios y el viejo Batlle
y la lógica del dos más dos
y a la Suiza de América, entre truco y quiniela,
la vimos bajar al cajón.
Nos pusieron ojos en la nuca
y nos echaron la culpa de lo que iba peor.
Nunca fuimos "uruguayos campeones"
ni plantamos las flores rojas de la revolución.

Siempre con la misma milonga
aferrados al dogma del fiel perdedor.
Vasta banda de locos sin causa
alzando la lanza de aquel trovador,
que quien sabe si piensa que el tiempo
es el tiempo de un tiempo que hace rato acabó,
como el viejo Quijote que vuelve a la carga
en el mismo lugar donde todo empezó.

No somos nada, salvo
ruido molesto en la frecuencia modulada.
No somos nada, salvo
un viejo eslabón perdido chocando rocas desenroladas,
los aguafiestas amargados de la cuadra,
los convidados de piedra en la farándula de la guasada,
ruido molesto en la frecuencia modulada,
un viejo eslabón perdido chocando rocas desenroladas,
un viejo eslabón perdido chocando rocas...