lunes, 21 de enero de 2013

Vericuetos

entiendo
eso de hacer llover en el desierto
la piedra con el ángulo difuso
la sensación de un dios de arena luminosa
bajo la tanta noche
bajo la marquesina
y el tórrido esqueleto del invierno
usando monigotes
usando lo que había a nuestro alcance
el alma que quisimos injertar
y no pudimos
en el pajizo pecho
de los espantapájaros

a veces me parece estar muriendo
bajo la realidad que han escondido
y sé que no es a causa de una infamia
no creo en ese gris premeditado
más bien presiento un cuento que no tiene
ni ganas de ser cuento
ni ganas que lo cuenten
pero es la bocanada necesaria

de ahí abrevamos tramos y distancias
vuelos de cabotaje
raciones que no acaban de saciarnos

pero es un día más para estar vivos
es un poco de sol
un engañito
y haremos algo por justificarlo

lunes, 7 de enero de 2013

¡Ché, Pibe!

esperando el asalto
sin un remordimiento
el hálito sulfúrico del animal del odio
que escarba desde adentro carne afuera
con esa pertinencia feroz de carnicero


esperando la peste
drenando de la herida de algún muerto


esperando las huestes
de toda esta violencia contenida
por un dique tan frágil como estéril

sin un remordimiento

hablé cuando hizo falta
conté de las barajas que venían
grité que barajaban los verdugos
y no compré la entrada para el circo

ahora qué carajo balbuceás


qué mierda te acobarda

ché pibe
ahora
como que se hizo tarde
y no te entiendo

sin un remordimiento
veré desde mi sitio la masacre
veré rodar tu estúpida cabeza
veré el reinado del canibalismo