martes, 29 de noviembre de 2011

Destierrados

después de tantas horas mirando al relojero
te aburre la rutina de las vacas
te aburre la más joven
con tetas como cántaros
y su mugido histérico
subiendo en espiral hasta astillarse

la aguja permanece en zona inmóvil
(no existe la más mínima sospecha)
así que se te empaña el periscopio
con tu propio jadeo
y aprietas el botón de las ofertas

los viejos sacerdotes del negocio
de gestos ampulosos
de lenguas oferentes
se ven algo cansados
están diciendo el salmo equivocado
y tú que ya no escuchas
te vas quedando gris de tanto humo

y lo peor de todo es que llegaste
a la última vocal del crucigrama

abriste la canilla en mal momento

tan fuera de lugar
como una espina
clavada en la mitad de la garganta

así que mala suerte compañero

el agua de allá abajo se confunde
y el mundo está más seco que una piedra

cuando corten la luz dentro del frasco
y apaguen la señal de los comandos
y un funcionario muerto y reemplazable
incline la balanza hacia el agujero
vas a caer de bruces al pantano
donde la gente huele a basurero

vas a saber entonces lo que es bueno

un rapto de locura
sólo es eso
consigues balbucear a duras penas
y el índice de dios te parte al medio

así que paga el precio
por la omisión que hiciste del legado
que te inculcaron desde el nacimiento

no eres digno de vivir entre los hombres

mereces
de ahora en más
este destierro

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Nuevo Mester de Juglaría - IV

CHICO BUARQUE
"Cáliz"

¡Padre! ¡Aparta de mi ese cáliz
de vino tinto de sangre!

¿Cómo beber de esa bebida amarga,
tragar dolor, engullirlo a la fuerza,
si aún callada la boca, resta el pecho?
El silencio en la ciudad no se escucha.
¿De qué me vale ser hijo de santa?
Mejor sería ser hijo de otra,
otra realidad menos muerta.
Tanta mentira, tanta fuerza bruta...

¡Cómo es difícil despertar callado
si en la callada noche me daño!
Quiero lanzar un grito deshumano
que es una manera de ser escuchado.
Todo ese silencio me aturde,
aturdido permanezco atento
en la tribuna, para, en cualquier momento,
ver emerger el monstruo de la laguna.

De tan gorda la chancha ya no anda,
de tan usado el cuchillo ya no corta.
¡Cómo es difícil, padre, abrir la puerta!
Esa palabra presa en la garganta...
Este homérico mundo mareado...
¿De qué sirve tener buena voluntad
si aún callado el pecho, resta la cabeza
de los borrachos del centro de la ciudad?

Tal vez el mundo no sea pequeño (¡Cállese!)
Ni sea la vida un hecho consumado
Quiero inventar mi propio pecado
Quiero morir de mi propio veneno (¡Padre! ¡Cállese!)
Quiero perder de una vez mi cabeza
Que mi cabeza pierda su juicio
Quiero aspirar humo de aceite diesel
Embriagarme hasta que alguien me olvide

sábado, 19 de noviembre de 2011

viernes, 18 de noviembre de 2011

Interludio

miré hacia atrás y tuve una confusa sensación

era una sombra densa de noche movediza
era un tejido grueso de hilo apelmazado

es que se hace difícil mirar en perspectiva
parado como estoy
sobre una línea recta
acaso horizontal a todo aquel paisaje
en donde las cenizas se funden con el cielo

supongo que no quise hacerme de una altura
supongo que escogí
que fue mi opción
y mi trayecto
rodear una por una las montañas
negarme a los caminos empinados
y no pagar jamás
el precio de trepar a lo más alto
por ser la admiración de tanto bobo

y ahora está ese bulto de caras derretidas
fundidas como plástico
entre las hojas de mi calendario
ahora están los nudos de grises cabelleras
que antaño acaricié
en tiempos de tempranas ceremonias
ahora esa tristeza de calles solitarias
y una ciudad sin nombre
golpeándome los ojos con violencia

un animal pesado que arrastra a duras penas
su inútil cargamento
y deja tras de sí
el líquido viscoso y nacarado
que dura un poco más
si está nublado

ahora con más tiempo en la valija

ahora que la luz se va apagando

ahora que hay tan poco entre mis manos

ahora que me siento tan liviano

y que cargo
solo con
lo necesario

miro atrás
un momento
y me sonrío

y adelante
que hoy empieza
el recorrido

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Árbol

el nido del patriarca se sacude
y todos sus guardianes
parecen confundidos

el policía idiota
no sabe a quien pegarle
el soldado dispara a cualquier parte
las órdenes de dios se contradicen

yo que miré al imbécil cargando diez mil piedras
por desviar el mar
por levantar el muro
que nunca impedirá lo inevitable
no puedo contener la carcajada

inútil reclutar más albañiles
pedirles eficiencia
-una cárcel por día-
cuando el complot asoma hasta en la sombra
del árbol de la plaza
cuando los ciegos tienen ojos sanos
y el enemigo se hace imcomprensible

me paso a los profetas por el forro

auguro un tiempo libre

no me digas
que crees en el cuentito que inventaron
para que tengas miedo del mañana

será cuestión de tiempo que este asunto
se vaya a resolver como se debe
y no poniendo un parche en cada falta

escucho cómo crujen las raíces
escucho el ruido seco de la grieta
percibo en mi interior la piel del hombre

el vértigo recicla y acelera
la esencia que prescinde del letargo
y un niño se despierta bajo el día
sabiéndose infinito

por fin hemos llegado a los umbrales
al cruce de un camino inexorable

y los pocos idiotas que persistan
en mantener un orden que se apaga
serán parte del circo trashumante

e irán
de pueblo en pueblo
dando lástima

martes, 8 de noviembre de 2011

En Otra

a fin de cuentas tengo
no más de dos opciones
y elegiré mi sitio
del lado de la luz subestimada

contrario a lo que crees
pondré mis manos
en la línea de cal de los peligros

y voy a estar dispuesto a responderle
a tu ciudad de alambres
con pájaros de pluma iridiscente

está la puerta abierta
casi siempre
excepto cuando no debo esperarte
pues aprendí a leer en la tormenta
las nubes de vapor sin contenido
la gota azul de los desequilibrios
el cielo que amenaza y no se vierte

e inútil que persigas algún daño
ya no tengo un lugar para la herida
y extintos tus alardes de cuchillo
pedazos acerados de la escarcha

estoy detrás del sol de tu memoria
viviendo de las cosas que olvidaste
y puedes regresar si se te antoja

las cosas han cambiado desde entonces
y el pasto se ha comido la vereda
el cielo resplandece cada tarde
y no he tenido tiempo de acordarme

lunes, 7 de noviembre de 2011

Trueque

me enseña a caminar entre las ruinas
guiándome los pasos con ternura
así llego despacio hasta ella misma
ese lugar que nadie ha visitado

tenemos en común cosas comunes
nada que necesite explicaciones
podemos engendrar desde los ojos
sonrisas empapadas de silencio

podemos arreglarnos con bien poco
en tanto estemos próximos al beso
un colchón que no es tal
la pizza fría
un banco de algún parque en el invierno
los médanos de luz atardecida
en donde resguardar nuestro deseo

me enseña a caminar sombra tras sombra
hasta desenterrar todo el misterio
esa simple ecuación de ser más simple
siguiendo líneas de agua transparente

me enseña a ser mejor sin proponérselo
llenando con afecto las fisuras

me enseña a ser su fuerza
su ancla y derrotero
convierte mis dos brazos en su nido
y sueña amanecer sobre mis labios

le digo que este largo aprendizaje
fue siempre la antesala del encuentro
y ahora sólo busco su alegría

le digo tanto que no digo nada

qué verborragia inútil de payaso

me mira
nada más
y lo comprende
porque aprendió a leerme con el alma

y ahora sólo quiero su sonrisa

por eso escribo ésto
y luego callo