miércoles, 27 de julio de 2011

Los Bordes

el tenedor de plata
pinchando cada estrella
remando sobre un piélago de sombra
bebiéndose el petróleo
cortándose los dedos con el filo
del vidrio sideral amarillento
unánime de calles sin salida
adicto a los resortes
que vuelven a subirlo a lo más alto
colgado
como está
de su cordura
flotando en los resquicios del desquicio
mirándonos
con pena
cansado de señales y señuelos
cansado de que nadie lo comprenda
ahora
cuando advierte
que la actuación no rinde dividendos
y que no fueron muchos los testigos
se entrega al goce propio
al plato de aserrín con paramnesia
a su jugada única
que no era más que aliarse con la noche

en qué fecha precisa perdimos nuestros ojos
se nos cayó la fé
dejamos de drogarnos
con una fantasía
en qué momento fue que nos creímos
un cuento de vivir mal redactado
y un par de tuberías
con níquel derretido
nos daba el alimento

de hecho ya no habrá quien nos redima
puesto que nos burlamos del inmune

y alguno de nosotros
sólo por divertirse
le apunta a la cabeza
sonríe por lo bajo
observa con piedad al pobre loco
y se detiene al borde del disparo