viernes, 21 de mayo de 2010

Densolación

y yo que fui testigo
del arlequín del hambre
bailando en las cornisas

cuando la noche era
festejo de secuaces
con pluma y fechoría

cuando me daban ganas
de un sueño a cada risa

cuando las sensaciones
subían a raudales
y el precio era el latido
 

y la mirada limpia

uno se complacía
de recitar sin prisa
aquel tiempo desnudo
carente de sentido

y yo que fui testigo 
de muertes y atropellos
del ángel degollado
por míseros verdugos
 

ahora me entristece
el suelo empobrecido

el páramo en que yace
el sueño intransigente
o tantos cementerios
de cosas imprevistas

el peso gris y hostil
que obliga al paquidermo

pesado

tan pesado

atónito al pensar
por qué su tanta carga

por qué
su demasiado

y yo que fui testigo
de la delgada línea
de los equilibristas
que vi la transparencia
llorar en los cristales
que comprendí las causas
de caminar liviano
dejé de repetirme
algunas esperanzas

sábado, 8 de mayo de 2010

Sálvame

no hay corazón afuera que encuentre algún camino

los pasos que percuten
recuerdan
palacios donde nadie ha de llegar
casas sin nadie
inmensas extensiones
rompiendo las pupilas de un idiota

abrázame esta noche

quisiera ser la víctima del fraude
pensar que no estoy solo
llorar desde tus ojos

sentir
por un instante
que no hay oscuridad
ni precipicio

sentir
que somos dos
hasta mañana

o hasta que me despierte el asesino

lunes, 3 de mayo de 2010

Dependencias

quisieras explicarte
el áspero sonido
que escribe mi cuchillo

la tarde pudo ser un nido muerto
o pudo ser guitarra
pulsando un sol extinto entre fogatas

depende del invierno

a veces
sólo a veces
rozamos la ceniza
en donde hemos guardado aquellas sogas

y ocurren los milagros

y estas palabras saben ser caricias
también
cuando la piel del alma se desnuda

quisiera yo explicar mejor las cosas

pero es de noche ahora
y hace frío