creíste que el payaso
estaba pergeñando una cabriola
supongo que escaseó tu sutileza
tus ganas de mirar
lo verdadero
acaso fue mejor tal desatino
el tiro en otro blanco
más seguro
verás
no importa mucho
apenas me entristezco un poquitito
qué gano con decirte que el circo se encontraba al otro lado
que no pintó función
y los leones
comían carne cruda recién muerta
y el domador estaba en el caribe
y el mago cocinando sus palomas
y los enanos ciegos
con lentes como lupas
nadaban en un mar de burocracia
y el payaso de marras era un tipo
buscando mantener el equilibrio
los símbolos no dicen
no se muy bien qué escribo
cuando escribo
estoy pintando apenas
trazando
con los dedos
con todos los rincones de mi vida
y guardo la sonrisa
debajo
torpemente
en un cofre cerrado
la llave cuelga en todos mis silencios
esa brutal manera
que tiene el almanaque
de hacernos más humildes
o no
hay gente que no aprende
y escribe un viejo dios de pacotilla
lecciones consumidas
espejos arrugados en sus bordes
cariados
casi-miopes
y hay gente que no aprende
que el cielo es sólo hoy si alzas la vista
que el paso es el siguiente
que es tiempo de abrazar este milagro
y la emoción podría ser constante
si acaso comprendiéramos un poco
lo breve del asunto de estar vivos