parece alguna geografía de tiempo detenido y dos o tres ventanas abiertas como bocas tragándose la luz a largos sorbos capturas instantáneas sin secuencia caprichos de algo errante entre la niebla así es esta ciudad deshabitada por gente que se fue sin dar un paso hoy puedo ser el musgo de las ruinas y ver que se rescatan de otro antes las formas confundidas con el polvo y aquel olor de atrás de alcantarilla y un mapa lleno de fotografías y nada parecido a un sentimiento excepto el sobresalto del instinto entonces llegan cartas rezagadas y letras agobiadas abrazos de esqueleto la sal de alguna lágrima algo que se detuvo en su momento y ahora es el presagio de la náusea mejor no digas nada prefiero esta canción envejecida con los dulces acordes del silencio prefiero aquel perfume de tu alma aunque el resto de ti se desvanezca si hay algo por decir que no haya dicho será que no era yo y que era tarde ahora no hablaré de lo que ha sido las fotos tienden a decolorarse
eso que trajo el caminar la resta el ciego temporal el dios inútil las cosas que aprendimos y sabemos las cosas que nos rompen nuevamente por más que el juego sea una ecuación de cifras repetidas por más que los problemas son los mismos y se cambian la piel para engañarnos a veces no recuerdo que estoy hecho de un material herido de piel con las fronteras desplomadas de agua nada más y que respiro un aire que me oxida sin remedio a veces me detengo justo a tiempo y salto por encima de la grieta a veces me distraen las estrellas y lloro y siento entonces que me vierto allí en ese vertedero donde se estanca el río de los sueños
habré de imaginar un ser hecho de vidrios sus múltiples pupilas sus ángulos diversos buscando alguna gota de agua parecida buscando un punto errante inmóvil pertinente o fuera del lugar de los idiomas como un grito sin gente surgiendo de la entraña sin causa definida y tan impronunciable habré de preguntarme sabiendo de antemano que seguiré fluctuando en todo lo que ignoro quién mueve el casillero quién llega o se retira quién entra y me rebusca en uno u otro estante quién entra y se rebusca y al verse en el espejo se siente menos solo quién entra y se sonríe y le resta importancia a todos mis alardes y adoro esta ternura de no saber los rostros esta complicidad -urdimbre de fantasmas- las páginas escritas que no serán en vano mi música mi alma mi amor y mis hermanos
no te alarmes las cosas bien podrían ser peor si lo pensamos y la silueta oscura del monstruo que te obliga no es más que tu cabeza malvistiendo la mancha de humedad en las paredes es todo más real que las palabras y el símbolo parece una moneda después de la jornada del agobio que un día vas a dar a cambio del algún sueño pasajero así que los colores son difusos y la pantalla acusa fisuras que no son sino tu oficio de alumno pertinaz y reincidente es esa vanidad que nos untaron casi cuando empezamos a descifrar la luz y a respirar la muerte es esa sombra hueca pesada inconveniente doblada bajo el peso insostenible de su propia mentira ten calma se trata de bajar de encima de eso de eso que no eres y si te queda un poco ya es bastante porque se vuelve digna tu pobreza porque eres más real ante el espejo y es dulce estremecerse gota a gota cada vez que hablas de otoños y de lluvias