jueves, 7 de septiembre de 2017

ni espuma en las respuestas
ni un punto de color en las oscuras
nieblas
que suelo masticar
ni nada que explicar
diciendo cada vez
esa palabra
que debo pronunciar aunque me parta
ni buscarme la vida
por ser un pedacito de otras vidas
aislado en el despojo
que opté por merodear
rengueando
equilibrando
como un perro famélico en el barro
en el furgón de cola
más nadie que los nadies
en este corredor deshabitado
en este paraíso desdentado
herido
descreído
resultado
de haber perdido el miedo y el coraje
sin sueños
ni clemencia
ni restas que añadir a lo que resta

ya no dependo más de ser más claro
ya no me necesitan las palabras
ya no voy a cansarme del cansancio
ya no quiero excusarme con mi alma