viernes, 12 de septiembre de 2008

Resaca

a veces el oscuro mecanismo
acciona alguna puerta
y me es dado saber que aún respira

detrás de un polvoriento calendario
aún
su lágrima de hollín me horada el alma
y muy de vez en cuando
les hablo a los pedazos que no entierro
con una voz adicta a la derrota

supongo que ella sigue dando vueltas
y que un otoño triste se avecina

hay demasiada sombra en estas letras
para invocar
al menos
lo perdido

por eso no recuerdo en qué momento
se me cayó su voz de la memoria
y esa costumbre idiota
de pensarla