si has visto tantas veces como yo
en horas de destierro
cómo se desgajaba de sus cárceles
la piel de la mañana
caía envuelta en pétalos oscuros
iba inventando fuegos
y abría entre los labios
una flor amarilla
ya no hablaré de noches que se mueren
ya no voy a contarte que amanece
a quién le importan hoy esos milagros
ni la línea serena que navega los ojos
y cuenta la verdad
que no te dejan ver tantos carteles
ni cuando tus pupilas
se incendiaron de cielos
hasta hacerse ceniza
y azul
y pedrería
ya no hablaré de noches que se mueren
ya no voy a contarte que amanece
pues qué importancia tiene
sentir
dentro del alma
que solamente tú
eres quien le da forma a la belleza
que fundas cada estrella
que fabricas el sol día tras día
que creas el sentido del paisaje
y un rumbo por andar
sobre el camino
ayer
cuando era niño
jugaba en el océano de un charco
o en las selvas profundas de algún árbol
a quién le importan hoy esos milagros
en horas de destierro
cómo se desgajaba de sus cárceles
la piel de la mañana
caía envuelta en pétalos oscuros
iba inventando fuegos
y abría entre los labios
una flor amarilla
ya no hablaré de noches que se mueren
ya no voy a contarte que amanece
a quién le importan hoy esos milagros
ni la línea serena que navega los ojos
y cuenta la verdad
que no te dejan ver tantos carteles
ni cuando tus pupilas
se incendiaron de cielos
hasta hacerse ceniza
y azul
y pedrería
ya no hablaré de noches que se mueren
ya no voy a contarte que amanece
pues qué importancia tiene
sentir
dentro del alma
que solamente tú
eres quien le da forma a la belleza
que fundas cada estrella
que fabricas el sol día tras día
que creas el sentido del paisaje
y un rumbo por andar
sobre el camino
ayer
cuando era niño
jugaba en el océano de un charco
o en las selvas profundas de algún árbol
a quién le importan hoy esos milagros