lunes, 12 de septiembre de 2011

En Fin...

y lo que ves entonces
son ojos intuídos
perfumes de un abrazo
caricias sobre nadie

este paisaje roto de casas que no sabes
con habitantes presos
y mudos
y distantes

las fotos de algún nuevo superhéroe
que no logra acentuar una palabra

mujeres que vencieron en la prueba
al fin
de revertir abdomen y relojes

borregos disfrazados de perversos
viejos adolescentes
corderos vueltos lobos

las vidas como en un escaparate

y la astucia del tero
-tú me entiendes-
llamando la atención lejos del nido

en parte
no es tan malo
tendremos más espacio en las pupilas
más sombra en el verano
las calles nos darán la bienvenida
y encontrarás hermanos inequívocos
en cada madrugada

habrá siempre la luz de la fogata
al centro de algún círculo de inmunes
que contarán historias imposibles
de quintas con peligros y naranjas
de calles inundadas por gurises
del sueño de un amor siempre imposible
de ciertas navidades entre todos
y besos de verdad sobre la cara

y acaso
alguna vez
alguien entienda
lo inmenso que es mirarnos a los ojos

en fin
no dije nada
cada uno hace de su culo un sonajero