lunes, 7 de noviembre de 2011

Trueque

me enseña a caminar entre las ruinas
guiándome los pasos con ternura
así llego despacio hasta ella misma
ese lugar que nadie ha visitado

tenemos en común cosas comunes
nada que necesite explicaciones
podemos engendrar desde los ojos
sonrisas empapadas de silencio

podemos arreglarnos con bien poco
en tanto estemos próximos al beso
un colchón que no es tal
la pizza fría
un banco de algún parque en el invierno
los médanos de luz atardecida
en donde resguardar nuestro deseo

me enseña a caminar sombra tras sombra
hasta desenterrar todo el misterio
esa simple ecuación de ser más simple
siguiendo líneas de agua transparente

me enseña a ser mejor sin proponérselo
llenando con afecto las fisuras

me enseña a ser su fuerza
su ancla y derrotero
convierte mis dos brazos en su nido
y sueña amanecer sobre mis labios

le digo que este largo aprendizaje
fue siempre la antesala del encuentro
y ahora sólo busco su alegría

le digo tanto que no digo nada

qué verborragia inútil de payaso

me mira
nada más
y lo comprende
porque aprendió a leerme con el alma

y ahora sólo quiero su sonrisa

por eso escribo ésto
y luego callo