sábado, 6 de diciembre de 2008

Las Prédicas Inútiles

veo la piedra diseminada
el humo
legándome el residuo de los fuegos
me soplas en los ojos
un polvo ceniciento
y yo voy a correr hasta olvidarme

porque sé que volverás a alzar tu casa
y el árbol dará sombra en el futuro

porque tienes intacta la semilla
que necesita el hombre
para sentirse nuevo

pero no puedo olvidar que fuiste herido
aunque el daño no parezca suficiente

y a la larga el corazón siente el desgaste
y las sonrisas caen
y la ternura se te vuelve un puño
listo para golpear
en donde ya no quedan enemigos

si cuando hablé no fui del todo claro
si fue tan poca cosa lo que dije
si no bastó que diera el primer paso
para evitar más balas en tu alma

 no insistas pretendiendo que me alegre
ahora que la guerra ha terminado

lo triste no es la ruina después de la batalla
lo triste es que pudimos evitarla