viernes, 26 de diciembre de 2008

Nadie

así habla tu piel de lunas sumergidas
de ríos con ignota trayectoria
o el color de tus ojos
o la inquietud tensando el fino hilo de acero
que une
y que no asumes
empeñado como estás en separarte
y cierta vanidad
de ser distinto al resto
-que lo eres-
pero te ciegan las pobres diferencias
tu dios de plastilina
tus perros adiestrados en los dientes
y sin querer
disputas

te sumas a la absurda competencia
te armas contra nadie
te restas
te divides
te olvidas de tus lunas y tus ríos
y así
de tan blindado
por la imbecilidad de tus orgullos
se te cae de las manos
la única certeza
la única razón de estar con vida
y las grietas se vuelven infranqueables

y ya no puedes dar
sino silencio
y ya no puedes ser
sino egoísmo