lunes, 20 de julio de 2009

Concretamente

tengo las manos llenas de poemas
que escribiré en tu sangre
a cada vez que olvide las palabras

lo demás es un agravio de pinceles
cien lápices de hielo
cadáveres escuálidos
girando sin sentido en la pantalla

me encantan esas cosas que no escribo
sino cuando me abrazas

recuerdo haber sentido la belleza
pintándose en tu piel
con trazos ilegibles
de cálida saliva
y lágrimas de un sol empecinado
ansioso por gritarnos
lo inútil de aferrar aquella noche

pues para ser sincero
me niego a los presidios del vocablo
ya sé que hay un poeta en cada niño
y he visto un charco sucio en las palabras

hay un desierto lleno de soberbios
que escriben esqueletos
con humo y telarañas

es más
podría asegurarte
que nadie escribirá en la puta vida
algo que se parezca a tu ternura

y si no digo más de lo que digo
es sólo porque apuesto a lo concreto

la dignidad de estar entre tus brazos