es tu turno de contar
cuéntame algo
sigiloso llego al borde de tu trazo
dime algo que me rompa el corazón
que me llene la mirada de relámpagos
sólo vine por un trago de agua fresca
aburrido de estos mares de silencio
no hace falta que compliques las palabras
dime algo que me mate de ternura
dame todos tus puñales
dame un beso
y un color que no haya visto esta mañana
es tu turno de contar
hago silencio
expectante
suspendido al borde mismo del asombro
predispuesto a suicidarme en tu sonido
harto ya de las palabras sin sustancia
de los giros al revés
de las líneas sin sentido
de los huecos disfrazados de intelecto
de la nada adornada con guirnaldas
te prometo no saltar por sobre el muro
un patético voyeur haciendo agujeros
a qué hora empezarás a desnudarte