este viejo cansancio de reiniciar la siembra
por penúltima vez
fue el ademán de un ciego
inmerso en una niebla de cuchillos
acaso no era justo
o yo tenía ojos sin regresos
y luego aquel galope inmerecido
encima del escarnio
la rata haciendo gala de su asco
llamando a quien no soy
sin pronunciarme
como un rehén de todas mis pasiones
no habrás de comprender un solo beso
si pones frente a mi los labios secos
por eso la reacción y el nacimiento
del barro gris de plomo derretido
apenas es la obvia consecuencia
del animal que soy
sobreviviendo
apenas es la obvia consecuencia
del animal que soy
sobreviviendo
yo firmo este contrato para siempre
y juego cada carta a las mentiras
que bien pudieran ser mis equidades
no pidas pues que cambie mi ternura
ni esperes que te hable de traiciones
tendrás el privilegio de intentarlo
tendrás la libertad de darme cárcel
será que me he quedado sin opciones
y me importa una mierda lo que creas