EDUARDO DARNAUCHANS
"Cápsulas"
El pobre Juan de Dios, tras de los éxtasis
del amor de Aniceta, fue infeliz.
Pasó tres meses de amarguras graves
y tras lento sufrir
se curó con copaiba y con las cápsulas
de sándalo midi.
Enamorado luego de la histérica,
Luisa, una rubia muy sentimental,
se enflaqueció, se fue poniendo tísico,
y al año y medio o más
se curó con bromuro y con las cápsulas
de éter de Clertan.
Luego, desencantado de la vida
(un filósofo sutil),
a Leopardi leyó y a Schoppenhauer
y en un rato de "spleen"
se curó para siempre con las cápsulas
de plomo de un fusil.
"Cápsulas"
El pobre Juan de Dios, tras de los éxtasis
del amor de Aniceta, fue infeliz.
Pasó tres meses de amarguras graves
y tras lento sufrir
se curó con copaiba y con las cápsulas
de sándalo midi.
Enamorado luego de la histérica,
Luisa, una rubia muy sentimental,
se enflaqueció, se fue poniendo tísico,
y al año y medio o más
se curó con bromuro y con las cápsulas
de éter de Clertan.
Luego, desencantado de la vida
(un filósofo sutil),
a Leopardi leyó y a Schoppenhauer
y en un rato de "spleen"
se curó para siempre con las cápsulas
de plomo de un fusil.