martes, 17 de noviembre de 2009

Nuevo Mester De Juglaría - I

EDUARDO DARNAUCHANS
"Cápsulas"

El pobre Juan de Dios, tras de los éxtasis
del amor de Aniceta, fue infeliz.
Pasó tres meses de amarguras graves
y tras lento sufrir
se curó con copaiba y con las cápsulas
de sándalo midi.

Enamorado luego de la histérica,
Luisa, una rubia muy sentimental,
se enflaqueció, se fue poniendo tísico,
y al año y medio o más
se curó con bromuro y con las cápsulas
de éter de Clertan.

Luego, desencantado de la vida
(un filósofo sutil),
a Leopardi leyó y a Schoppenhauer
y en un rato de "spleen"
se curó para siempre con las cápsulas
de plomo de un fusil.