el margen de herror

saber que siempre tengo tu paz y tus oídos
hace que mis miserias se vuelvan prescindibles

si pudiera escribir sobre tu corazón
dibujaría pájaros en cielos despejados
buscaría el acorde de una canción honesta
y muy probablemente
me quedaría mudo

porque eres tanto amor
que no existe palabra que pueda contenerte
y eres tan refugio
que masticar el miedo
parece la maniobra más mezquina

así salvas mi alma
en el rincón azul que engendra tu presencia
así tus manos breves proponen la caricia
y elevas desde el fondo
las gotas de agua limpia que limpian mi semblante

y no existe silencio que sea inadecuado ante tus labios
y me regalas luz sin pedirme otra cosa que la acepte
y casi sin mirar
sencillamente
desdeñas con donaire
los pésimos demonios que suelen visitarme

como una llave única
exacta para toda cerradura
levitas en mitad de mis tormentas
intensamente frágil
niña-mujer trepándose hasta el sol de una sonrisa
a rescatar el día que andaba oscurecido