martes, 16 de junio de 2009

Vení

te derramas en mi
y toda esa ternura
presagia la vertiente

te vas deshilachando
y sin embargo
entera
pronuncias la palabra
que necesito ver
cuando las calles lloran
su tráfico de niebla

te caes
entre mis brazos
gajo a gajo
y muerdo tus vacíos lentamente
hasta alcanzar la flor
de tu misterio

hoy intuí el deseo de lo nunca propuesto
y supe que sería
apenas como el cuenco de mis manos
el cáliz
la vasija
la copa de cristal
el agujero


la forma exacta donde recibirte