lunes, 14 de abril de 2008
Obstinato - III
y mientras recontábamos los restos
mientras inventariábamos la luz
que aún latía bajo la ceniza
nos hemos dado tiempo suficiente
para mirar al mar
multiplicar su abrazo interminable
aunque la noche arraiga sombra y miedo
aunque se trague con su enredadera
el pequeño corazón que nos defiende
y trepe erosionando el territorio
nos hemos dado tiempo
para entender el ritmo de las olas
y amanecer es más que abrir los ojos
y despertar es más que estar con vida
será que poco a poco comprendimos
será que tanta noche
no era adversidad
sino terreno
en donde enraizamos el dolor
y florecimos