a la altura de mis ojos
habrá de continuar atardeciendo
y a veces tengo un perro entre las tripas
meando un territorio que no es suyo
a veces
también
miro mis manos
desprendiéndose de un pájaro de nadie
sonrío del oscuro privilegio de estar vivo
sonrío
forzando los extremos de una mueca hacia la inversa
y suele entristecerme el resultado
qué tiene de graciosa la sonrisa
de un muñeco de nieve
en medio del desierto
habrá de continuar atardeciendo
y a veces tengo un perro entre las tripas
meando un territorio que no es suyo
a veces
también
miro mis manos
desprendiéndose de un pájaro de nadie
sonrío del oscuro privilegio de estar vivo
sonrío
forzando los extremos de una mueca hacia la inversa
y suele entristecerme el resultado
qué tiene de graciosa la sonrisa
de un muñeco de nieve
en medio del desierto