porque con charcos de agua sucia
salpico el centro mismo de la lágrima y el barro que subyace en el absurdo asume la propuesta de la forma y me regresa al niño y cuanto se repliega ajusta los dictámenes de luz que se me antojan de allí y para siempre miré con menosprecio al enemigo y le quité la espada para cortar mis propias cobardías ya no pierdo un segundo en razonar con dios me aburre su tristeza descreo de su efímera presencia porque el pan se comparte y un hermano me espera cada vez que he llegado a todos los lugares porque correr es ganas de parecerse al viento y sentirte tan lejos no es más que imaginarte no necesito un ángel que venga a rescatarme así que ten por cierto que pude defenderme y porque no era justo vivir en el pantano y porque no era digno andar cabeza gacha sabiendo tanta luz sintiendo tanto amor para entregarlo |