martes, 29 de enero de 2008

Improvisación En Mi Menor



















porque después de todo
nadie podrá indicarme en qué sentido
y lo esencial se asume caminando

así que ese filósofo profundo
inmóvil y callado en el estante
ya no tendrá siquiera mi rechazo
y dios seguirá muerto en la azotea
y cambiaré el discurso del político
por la sonrisa limpia de algún niño

en tanto iré impregnándome de sal
para entender qué rumbo lleva el viento

ocurrirá de pronto
cuando le pegue un tiro a lo sensato
y baje hasta la playa
a comenzar de nuevo

casi como una ola
subiendo desde abajo

y mi ascensión ha de ser tiempo y circunstancia
que romperá en la orilla
para volver al mar que me ha engendrado