lunes, 14 de enero de 2008
Legado
-a mi viejo-
y no tengo intención de ensuciarte los ojos
con mis tantos conflictos
solo quiero contarte el lugar donde sueño
la posible alegría
tuve un padre venido desde mi propia carne
que me dijo las reglas
que su padre le dijo
no estás solo
comparte
así sea el silencio
y también tus verdades
no hay deber más humano que el de ser transparente
cuando llegue el momento de quemar la basura
lo primero en arder ha de ser tu egoísmo
entendí
desde entonces
que ese vaso de vino
es más dulce en la sed de quien dijo su nombre
y me abrió su sonrisa
y entendí que la luz que mis ojos pretenden
es más luz
reflejada
en los ojos de aquellos que entendieron el rastro