jueves, 10 de enero de 2008
Toma 2
recuerdo que dijiste
la noche es el invento
de un ciego dios idiota
y no le debo más que la penumbra
fue cuando nos saqueábamos la piel
a besos y arañazos
fue cuando en los pretiles
los dos nos abrazamos
juntando mi amenza y tu peligro
y no corrió ni el aire entre los cuerpos
eras lo único cierto que tenía
y diste tu palabra
que ibas a jugar hasta la muerte
y en qué se diferencia la muerte del olvido
el caño de metal entre los labios
el índice temblando
alguien pulsó el botón fuera de tiempo
y la foto
aquella vez
salió movida