jueves, 10 de enero de 2008

La Bruja
















ella induce tijeras en la piel
sobre el compás de una música violenta

a poco se oscurece
su máquina de hostil ingeniería
el cuerpo se le ondula como mimbre

y puede seducirte fácilmente

ella se absuelve de tus cicatrices
y va cortando en trozos el crepúsculo
con un puñal de vidrio

podría hacer de ti cuanto quisiera
podría
pero se aburriría sin remedio
cuando te redujera a sus caprichos

así que
por si acaso
desiste de comerte las entrañas

y danza
con la sonrisa sádica
y su breve arsenal de magia negra

hasta que la despojas de su máscara

y entonces vuelve a ser como una niña
que solo pide besos
que solo busca un poco de ternura