sábado, 1 de marzo de 2008
Humo Blanco
el hambre muerde niños
con precisión de máquina
la guerra le dispara por la espalda
a los esperanzados
los ciegos siguen ciegos
los sordos no se curan
estas fieles ovejas
que inclinan la osamenta
no ignoran las ventajas
la oferta es atractiva
por un poco de fé
la eternidad a cambio
de qué valen los símbolos
si estéril e invisible
resulta el contenido
siempre me dio tristeza
ese señor mediático
que hablaba en un lenguaje que nadie comprendía
apenas una blanca marioneta
apenas pasto de televisores
no he visto cambiar mucho este negocio
y sigue siendo el mismo escaparate
en el viejo tablero de madera podrida
sustituyen al hijo
del apóstol sagrado
por otro parecido
y a pesar de la marca elevada del ráting
aquí siguen muriendo
los corderos de siempre
tal vez
apenas sea
igual a ese humo blanco
que los vientos disipan
casi instantáneamente
sobre las cúpulas del vaticano